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El poder contra el periodismo



3 de mayo, 2013
A raíz de concentraciones como el reciente “asedio al Congreso”, los periodistas se ven obligados a llevar acreditaciones en este tipo de eventos para no ser blanco de la Policía. Las agresiones, detenciones y sanciones a periodistas mientras cubren las cargas policiales son vistas por muchos como una represión a la libertad de prensa inaceptable.
Detención de un fotógrafo en abril de 2012 durante un desalojo. Cuarto Poder.
En alguna manifestación, durante la carga policial, recuerdo haber visto a periodistas que cubrían el evento levantar su cámara réflex a la voz de “¡prensa!” para hacer que la porra pasara de largo. Ese truco, que yo misma he usado en alguna ocasión, parece cada vez ser menos eficaz: ya no sirve una simple cámara para acreditar que eso que la lleva es verdaderamente un periodista. De hecho, con motivo del reciente “asedio al Congreso” del pasado 25 de abril, la Asociación de Prensa de Madrid recomendó a sus socios llevar el chaleco identificativo para cubrir el evento, sospechando que podría ser conflictivo (como finalmente fue).
El chaleco, con la palabra PRENSA escrita en grande y bien visible, no es obligatorio, “pero sí conveniente”, según aclara la asociación. La recomendación viene de un convenio pactado hace dos años por Interior con la FAPE que permite a los profesionales de la información llevar dicho atuendo; sin embargo, muchos creen que esta medida favorece a ciertos periodistas y discrimina a otros: aquéllos que no pueden conseguir ese chaleco “homologado” por el ministerio.
En cualquier caso, es cierto que a la hora de cubrir eventos conflictivos los informadores encuentran cada vez más problemas: en España no existe una normativa clara sobre cómo debe ir acreditado exactamente ir un periodista. Tanto el PP como el PSOE se han negado a aprobar una ley que regule la profesión.
 
Detención de un periodista de lainformacion.com. Imagen de Víctor Lerena
El informador como blanco.
Sin duda, a la hora de “controlar” a unos manifestantes, las cada vez más polémicas fuerzas policiales prefieren que no haya cámaras: tanto es así que a veces la función de informar se vuelve difícil. En la 15Mpedia encontramos un interesante artículo que va construyendo una triste lista de periodistas agredidos mientras realizaban funciones de cobertura de, en su mayoría, manifestaciones. Los más recientes: las agresiones de un fotógrafo que no llevaba chaleco el día 25 de abril o la de un cámara durante un escrache a Soraya Sáenz de Santamaría el pasado 8 del mismo mes. Muchos recordamos las imágenes de la carga en la estación de Atocha, muy difundidas, que vinieron acompañadas de las de la sanción del periodista que las estaba documentando. Además, en el artículo podemos leer sobre la detención de periodistas como Juan Díaz Castromil o Gorka Ramos, la agresión relatada del fotógrafo Daniel Nuevo, los acosos policiales durante la marcha minera o la marcha laica… amenazas, multas, ruptura de cámaras… y un desgraciado y largo etcétera.
No hace falta ser un gran analista para ver que se trata en su mayoría de intimidaciones hechas a informadores pacíficos, generalmente en el momento en que éstos se encuentran cubriendo cargas policiales. ¿Los medios para los que trabajan? Casi todos críticos con el poder, como La Tuerka, Diagonal, lainformacion.com… pero también los periodistas freelance son “el enemigo”. La propia APM ya exigió en 2011 que se investigaran estos excesos policiales. Muchos ciudadanos ven esta represión de la libertad de prensa como algo más propio de una dictadura.
 
Guía para fotógrafos, en la 15Mpedia
Un gobierno contra la participación ciudadana
Desde luego, el gobierno del Partido Popular no pasará a la Historia, por más que él mismo lo afirme, como el partido amigo del periodismo y la transparencia. Su relación con la profesión nos dejará, más bien, imágenes como la de la manipulación de la TDT Party, los despidos ideológicos de Telemadrid, los conflictos legales con El País, las ruedas de prensa sin preguntas. El “plasma” desde donde Rajoy ha dado varios de sus más esperados comunicados se ha convertido en un auténtico símbolo de un gobierno que no da la cara, que no admite cuestiones ni escucha propuestas: un gobierno enemigo de la participación ciudadana. Pablo Iglesias, presentador del programa de debate La Tuerka, en una reciente aparición en El Gato al agua de Intereconomía, afirmó que este gobierno “tiene un problema con la democracia: no entiende que la protesta forma parte consustancial de ésta”.
Hoy, 3 de mayo, Día Mundial de la libertad de prensa, ha habido muchas reacciones contra este silenciamiento de los periodistas. Si nos asomamos a Twitter, donde muchos de los hagstags más “ruidosos” han tenido que ver con la defensa de la dignidad de esta profesión (#sinpreguntasnohaycobertura, #periodigno, etc.), la gente clama a favor de la libertad de todas las personas para dar y recibir información… o se muestra cínica:

Armando el pollo Madrid: la prensa puede elegir entre el uniforme o ser apaleada por la policía. Día Mundial de la Libertad de Prensa

Javier Parra ¿Día Mundial de la Libertad de Prensa? Querrán decir Día Mundial de la libertad de los grandes empresarios de tener medios de propaganda...

Paco Arnau Hoy, Día Mundial de la Libertad de Prensa, los medios occidentales no publicarán mentiras ni propaganda de guerra. Es broma.

Luis Miguel Artabe ‏Los periodistas son la leche. Quieren un Día Mundial de la Libertad de Prensa cuando ya no hay motivos: Son perfectamente libres en el paro.

 Así mismo, varios medios nos ayudan a abrir nuestras perspectivas, recordándonos que en todo el mundo sigue habiendo formas de silenciar a un periodista, privación de libertad de cientos de informadores en el mundo por realizar su profesión, el asesinato de muchos de ellos… Hoy es un día para recordar que informar no es, pese a todo, una tarea tan fácil. 


Artículo de Diana Moreno




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