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Madrid en el cómic


Imagen del dibujante Juan Berrio
18 de enero 2013
 
La exposición “La ciudad en viñetas”, inaugurada en el Palacio de Cibeles y abierta al público de septiembre a julio, muestra una serie de historietas ambientadas en la capital de la tinta de autores como Mauro Entrialgo, Santiago Valenzuela o Miguel Ángel Martín. Nos hemos preguntado: ¿cómo ha sido reflejada Madrid a lo largo la historia del cómic en sus páginas? 
El Museo Botánico según Mauro Entrialgo, historieta realizada para la exposición "La ciudad en viñetas".
 A bote pronto hay que señalar que contamos con una dificultad: que es Cataluña y no Madrid el Hollywood del cómic, la Bélgica española. Por la razón que sea, todos los grandes dibujantes españoles han nacido en Barcelona o residido allí. Entre los primeros historietistas, contamos con muchos barceloneses: Vázquez, Escobar, Ibáñez, Freixas, Jesús Blasco, Mallorquí, Boixcar, Iranzo, Víctor Mora… sin dejar al márgen, eso sí, una también boyante escuela valenciana. Apenas destacamos, en esta primera época del siglo XX, a tres autores madrileños: Luis Bermejo Rojo, Gabriel Arnao Crespo y Juan Arraz Aguado.
Pero no vemos mucho Madrid en sus viñetas: son obras para niños en su mayoría, cualquier cosa menos realistas. Sus autores tienden a las historietas de aventuras (con paisajes exóticos, lejanos, inventados) o de humor (minimalistas, descontextualizado... apenas un esbozo de un edificio o de un árbol), huyendo del todo del realismo, buscando un público infantil en exclusiva. De modo que es difícil encontrar Madrid en las primeras revistas, como TBO (1917-1998), Pulgarcito (1921), Chicos (1938-1955) o Jaimito (1944-1985), e incluso en los primeros tebeos madrileños según el análisis de Antonio Martín, como Caperucita (1924), Pinocho (1925), Chiribitas (1925) y Macaco (1928)
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Número de la revista Monos (1904-1908),  publicada en Madrid, donde aparece la Castellana.
No es hasta la llegada del cómic adulto de los 60s y la novela gráfica cuando cambia la cosa: en primer lugar, porque en este tipo de novela, al dirigirse a un público que ya no es infantil, se cuidan mucho más los escenarios y se cambian los lugares exóticos por los comunes buscando un mayor realismo. Y en segundo lugar, porque encontramos más dibujantes madrileños. Carlos Jiménez, Esteban Maroto Torres, Antonio Hernández Palacios, Ventura & Nieto, José Luis Martín Mena… y otros tantos rompen por fin con la hegemonía catalana del buen hacer historietero. 
En la asociación de Autores de Cómic me recomiendan echar un ojo a la revista Madriz, que salió del 84 al 87 coincidiendo con el “boom del cómic adulto”, igual que otras revistas como El Vívora (1979-2005) o Cairo (1981-1991). Indagando, compruebo que en la web pueden encontrarse sus historietas con la ciudad de fondo: aquí, junto con las fotografías usadas como documentación, vemos el Retiro, el cine de Callao, la Plaza Mayor, el Rastro, el Metro de Canillejas e incluso la desaparecida librería San Martín (donde le volaron los sesos a Canalejas). 

Revista Madriz
Hay en estos años, por tanto, muchas historietas que se han ubicado en Madrid. De Hernández Palacios podemos destacar, por ejemplo, un cómic sobre la Guerra Civil Española, en la que aparecen imágenes madrileñas de los años fatales. En una línea más underground, los autores Ventura & Nieto, por otro lado, tienen una serie propagandística sobre el Metro de Madrid muy interesante.

Imagen del cómic de Hernández Palacios, que retrata la Calle Mayor.
"La fantasía viaja en Metro", de Ventura & Nieto.

Para ver cómo era el Madrid del siglo XVII podemos acudir a la adaptación en cómic de El Capitán Alatriste, de Joan Mundet y Carlos Giménez. Nos muestra una ciudad repleta de callejones oscuros y emboscadas, carromatos, mosqueteros y tabernas donde los grandes literatos desafían a duelos; en sus páginas podemos reconocer rincones como el Pasadizo de San Ginés, la Plaza Mayor o la Taberna del Turco

Alatriste paseándose por la Taberna del Turco, la Plaza Mayor y la "Rua del Prado"


     Entre las generaciones nuevas, tenemos a Juan Berrio, un apasionado de la capi, que realiza ilustraciones y viñetas ambientadas en nuestras calles.
Historieta de Juan Berrio
Otros no tan simpatizantes aparentemente son David Rubín y Miguel Porto, que planean varios Apocalipsis madrileños:
David Rubín y el Edificio Metrópolis.
Miguel Porto imagina un apocalipsis zombie en pleno Mercado de Fuencarral



Indagando un poco más, encontramos también curiosidades como el libro ilustrado “Eclipse en Malasaña” (una “historia siniestra en pleno corazón de Madrid”), un homenaje de varios dibujantes a la figura del oso y el madroño o una bonita historieta de Arranz sobre la gran diversidad museística de la capi. También alguno ha optado por el morbo y el dramatismo, como la novela gráfica, editada por Panini, acerca de uno de los capítulos recientes más trágicos de nuestra ciudad: los atentados del once de mayo
Viñetas de "11M, la novela gráfica".
También de la Asociación de Autores del Cómic me recomiendan la historieta "De perros y huesos", de Colo, comparada con Tarantino y ambientada en el barrio de Lavapiés (buscando, aparentemente, escenarios sórdidos y siniestros dentro de la capital). Madrid para todos los gustos y tramas.

"De perros y huesos", de Colo.
En la atormentada novela gráfica de Montesol, "Speak Low", los personajes charlan en el Café Gijón antes de recordar la Guerra Civil.

      Mención aparte merece el movimiento 15M, que ha dado pie a la creación de libros como "Yes, we camp!" o "Revolution Complex" e inspiración a muchas plumas, desde la interesante propuesta de Enrique Flores y su "Cuaderno de Sol"... hasta Superlópez, que ha venido volando desde (cómo no) Barcelona para apoyar a los indignados madrileños. 
Dibujo de Enrique Flores, realizado durante las acampadas de Sol
Jan en apoyo al movimiento 15M madrileño.

Viñetas de Santiago García y Pepo Pérez

Y todo esto sin dejar apartados a los maestros de la opinión (como Forges, El Roto o Eneko), quienes, fuera del cómic, también han retratado Madrid a su manera, usando la imagen de la capital como herramienta para sus protestas o humor: 
El Roto
Forges

Eneko

Pero me quedo con mi favorito y, a la vez, uno de los que más y con más ternura ha retratado Madrid: Carlos Giménez.
Inicio de la historieta Metro: Lavapiés, en el libro "Sabor a Menta"

      El autor, originario de Madrid, se caracteriza por sus historietas autobiográficas. Así, hasta aquéllas que relatan su madurez en Barcelona, nos muestran el Madrid de su infancia, el de la postguerra: desde los colegios de Auxilio Social de Paracuellos hasta los escenarios de su adolescencia, como La Latina, Lavapiés, El Rastro, etc. Lo interesante de Giménez es que, en su estilo de viñetas muy pequeñas, describe los lugares no mediante grandes reproducciones de paisajes sino con detalles, casi de forma cinematográfica: así, en la representación de Embajadores que hace en el libro “Barrio”, se limita a mostrar el cartel del metro y, seguidamente, un desfile de la “fauna” del barrio en los años cincuenta: castañeras, cines, tranvías, limpias, mutilados de guerra…
Madrid es, en definitiva, todo un escenario de cómic.

La Gran Vía, según Miguel Navia



Artículo de Diana Moreno




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